El comercio irregular ascendió a $ 5.958 millones en mayo de 2017. El dato corresponde a una muestra de 465 ciudades del territorio nacional. Allí se encontraron 110 localidades con formatos tipo “saladitas”. En los últimos nueve meses hubo mucho desplazamiento de vendedores clandestinos hacia el interior del país.
El comercio ilegal sigue abrumando al país. En mayo se detectaron 86.728 puestos irregulares entre saladitas y manteros en la vía pública en 465 ciudades relevadas, con ventas en el mes por $ 5.958 millones, que a precios actuales equivaldrían a $ 71.500 millones anuales.
Se encontraron en total 662 saladitas en 110 localidades, 6 más que en la última medición (agosto 2016), mientras que la cantidad de vendedores informales (manteros y en saladitas) cayó 2,3 % en ese periodo, pero con un movimiento particular: por el incremento de los alquileres de las tiendas en ferias y los mayores controles en la vía pública, en las ciudades que tienen esos formatos de venta, muchos puesteros se desplazaron a lugares donde había menos presencia de comercio antirreglamentario. Además, algunas saladitas se formalizaron.
Así surge del último relevamiento de CAME en 465 ciudades de las 24 jurisdicciones, donde se identificó que:
- La cantidad de puestos en saladitas creció 1 % en 9 meses, alcanzando los 62.312 vendedores, 591 más que en el mismo lapso. En esos predios hubo efectos contrapuestos: por un lado, tanto en CABA como en otras provincias, los gobiernos locales y las cámaras de comercio trabajaron conjuntamente en trasladar los manteros a las ferias para desalojar las calles. Pero al mismo tiempo, otros se fueron a las calles por el incremento de los alquileres de los puestos en un contexto de caída de consumo, y evitaron las localidades donde recientemente se incrementaron los controles.
- En la vía pública, en las ciudades con saladitas, donde solían ubicarse la mayor parte de los manteros, la cantidad de estos cayó 35,1 %. De 20.920 vendedores en agosto de 2016 se pasó a 13.576 en mayo 2017, es decir, 7.344 menos. El 22 % de esa baja ocurrió en CABA (especialmente en Once y en la Av. Avellaneda). En cambio, en las localidades sin saladitas, el número de manteros creció de 6.150 en agosto 2016 a 10.840 en mayo pasado. En total, en las 465 urbes relevadas se encontraron 24.416 de estos comerciantes ilegítimos.
Radiografía de la Ilegalidad en la Argentina
Fuente: CAME
Del mapa de la ilegalidad elaborado por CAME en mayo se desprende que:
- Los 63.312 puestos en saladitas vendieron $ 4.262 millones en el mes, mientras que los 24.416 manteros realizaron transacciones por $ 1.656 millones en mayo. Si se proyecta eso a 12 meses, daría un monto anual en negocio ilegal por $ 71.500 millones, una cifra realmente impactante por su magnitud y crecimiento.
- La suma no solo significa un enorme perjuicio para el comercio formal, sino también para las arcas del Estado, que solo por IVA, se pierde de recaudar casi $ 15.015 millones al año. A eso hay que agregarle el resto de los impuestos nacionales y locales que paga cualquier comercio.
- En la cantidad de vendedores sondeados, no se computa el hecho de que muchos puestos son compartidos por dos o tres personas.
Concentración
En los últimos nueve meses se produjo un desplazamiento muy particular. Mientras habitualmente el 77 % de los manteros se agrupaba en los centros con saladitas, en mayo ese porcentaje bajó a 55,6 %. En cambio, en las urbes sin estas ferias se concentró el 44,4 % de los manteros relevados, el doble que en la medición de agosto de 2016 (22,7 %). Claramente se observó cómo muchos vendedores clandestinos se trasladaron hacia ciudades en algunos casos menos controladas y en otros con menos competencia de comerciantes irregulares, ya sea en saladitas o en las calles.
De todos modos, la mayor cantidad de puesteros ilegales siguen estando en las urbes con saladitas: en mayo se midió un promedio de 612 vendedores informales (manteros) por metrópoli, aunque en agosto del año pasado ese promedio era de 758 por ciudad.
En las localidades sin saladitas, en cambio, el promedio de comerciantes irregulares pasó de 18 en agosto 2016 a 32 en mayo de 2017.
El promedio de vendedores clandestinos por urbe bajó de 192 a 187 en los últimos nueve meses. La caída se debió especialmente a la menor cantidad de manteros que se observó. Aunque hay que tener en cuenta que para abaratar costos también se percibió un mayor número de puestos compartidos. Es decir, se turnaron dos vendedores en diferentes horarios o bien, se compartió el lugar con la mercadería de ambos. Pero ese efecto no pudo ser captado en la encuesta actual.
Ciudades con más vendedores ilegales
La Ciudad de Buenos Aires, el partido de Lomas de Zamora, San Salvador de Jujuy, La Matanza, La Plata y Florencio Varela fueron en mayo las seis localidades del país con mayor cantidad de vendedores ilegales. Pero si en agosto pasado, en esas seis ciudades, estaba concentrado la mitad de los puestos clandestinos relevados, en mayo ahí se agrupó el 38,3 %, reflejando así la mayor dispersión de esos mercaderes por el país en la búsqueda de mejores oportunidades.
De la información recopilada en mayo 2017, las ciudades con más vendedores ilegales resultaron:
1) La Ciudad Autónoma de Buenos Aires continuó siendo el distrito más afectado por la informalidad, pero con una caída muy importante en la cantidad de vendedores. En mayo se encontraron 9.952 puesteros irregulares, 2.124 menos que en agosto del año pasado cuando se encuestaron 12.076. Es la segunda medición donde se viene observando mejoras en la situación, en gran medida por el trabajo conjunto que se viene realizando entre las cámaras de comercios locales y el Gobierno de la Ciudad.
Lo más destacado de estos meses en CABA fue la erradicación total de los manteros en la Av. Avellaneda y en el barrio de Once, donde no sólo se puede percibir el progreso en las ventas de los comercios de la zona, sino también la mayor limpieza y seguridad en las calles. Algo similar está sucediendo en peatonal Florida, Flores y Caballito, donde se advierte un notorio trabajo de las autoridades para reducir la clandestinidad.
Muchos de los manteros que se desplazaron de allí, fueron reubicados en predios especialmente preparados para ellos. El comercio ilícito sigue alto por los vendedores que persisten en barrios como Liniers o San Telmo entre otros.
Vale destacar que la Cámara de Diputados de la Nación declaró la semana pasada de Interés Nacional la capacitación que CAME les dictó a los ex manteros de Once como herramienta de inclusión social. Esto permitió que muchos de ellos se conviertan en emprendedores, trabajen en oficios, se asocien e ingresen al sistema formal.
2) Lomas de Zamora, en el Gran Buenos Aires, es el segundo aglomerado urbano con mayor cantidad de vendedores ilegales. Allí funciona “La Salada”, un mercado que según los datos locales, en mayo pasado reunió unos 7 mil puestos entre los fijos y los que se juntan en la feria ubicada a la vera del Riachuelo. A ellos hay que adicionarle que casi todos llegan a rotar hasta tres veces al día, estimándose que habría unos 21.000 comerciantes informales trabajando en ese espacio. La Salada abastece de mercadería trucha a gran parte del país. Desde todas las provincias y ciudades salen colectivos trasladando compradores que se dirigen hacia allí. La mayoría de los manteros que se ven en las calles, las ventas de mercadería pirateada por redes sociales, en oficinas, o de casa en casa, se abastecen de La Salada.
3) San Salvador de Jujuy, fue la tercera ciudad del país con más puestos ilícito, con 6.500 entre saladitas y manteros. Hay dos ferias grandes, con casi 700 tiendas cada una, donde se comercializan ropa, calzado, artículos de electricidad, de librería, ferretería, bazar, juguetería, comidas y hasta hay servicios de peluquería. Se estima que unas 1000 personas por día recorren ambos predios.
4) La Matanza, en el Gran Buenos Aires, es el cuarto núcleo urbano más comprometido, con 3.595 puestos relevados por las cámaras locales y CAME, en todo el partido. Funcionan 19 ferias con 3.325 tiendas y se calcula que casi 300 manteros circulan por el distrito a diario en localidades como Gregorio de Laferrere, González Catán, Isidro Casanova, San Justo o Rafael Castillo. De todos modos, lo que se observó en los últimos nueve meses es menos cantidad de estos vendedores y mayor número de puestos en saladitas, donde la concurrencia de gente crece constantemente. Se estima que por cada uno de estos mercados pasan en promedio unas 400 personas por día.
5) La Plata resultó el quinto polo del país con más vendedores irregulares: 3.100 puestos, siempre entre manteros y saladitas. La medición incluye a los que trabajan en las plazas bajo el lema de “venta de artesanías” pero que comercian productos truchos. Esos vendedores van tomando zonas nuevas, generalmente en los centros comerciales y en ciertos rubros se advierte la existencia de verdaderas organizaciones mafiosas. De todos modos, los operativos conjuntos entre el municipio, la AFIP, migraciones, ARBA y las cámaras locales con cierta periodicidad, están teniendo efecto y sobre todo en la modalidad manteros se advirtió cierto descenso en los últimos meses.
6) En el Gran Buenos Aires, el partido de Florencia Varela es otro de los más poblados de vendedores informales, aunque todos localizados en predios tipo saladitas, ya que los controles a los manteros se incrementaron notablemente, y prácticamente desaparecieron a partir de reiteradas inspecciones entre el municipio y la cámara local.
Ciudades con más saladitas
Las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Santa Teresita, San Salvador de Jujuy, y los partidos de Moreno y La Matanza en el Gran Buenos Aires lideraron el ranking de lugares con mayor cantidad de saladitas en mayo pasado. En solo doce localidades se concentra el 52% de estas ferias en el país.
La Ciudad de Buenos Aires continuó siendo el territorio del país con mayor concentración de saladitas: se detectaron 122 predios con 8.022 puestos, aunque con buenas noticias: hubo 12 ferias menos que en la medición anterior. En algunos mercados se va notando un importante orden con muchos vendedores que se van anotando en el monotributo social. De todos modos, aún prevalecen las mercados que no cumplen con las normativas de seguridad e higiene ni se entregan tickets de venta.
El segundo centro urbano donde más abundan los formatos tipo saladitas es Córdoba capital, con 40 establecimientos donde se aglutinan 1480 vendedores informales y se estima que concurren más de 2000 personas a diario. La mayoría de esos predios están localizados en los ingresos de la ciudad y la principal mercadería de comercialización, es indumentaria y calzado. A su vez, un problema de “La Docta” es la invasión de ferias de artesanías por vendedores ilegales.
Le siguen:
- Santa Teresita, en provincia de Buenos Aires, con 30 establecimientos que albergan 300 comerciantes irregulares. La mayoría de esos mercados trabajan de viernes a domingo porque es cuando hay más movimiento turístico.
- San Salvador de Jujuy, con 25 ferias que suman unos 6.000 puestos en total. Algunos de esos predios abren todos los días y otros lunes, miércoles, viernes, sábado y domingo.
- El partido de la Matanza, en el Gran Buenos Aires, con 19 mercados que congregan unos 3325 tiendas dentro.
- El partido de Moreno, también en el Gran Buenos Aires, con 18 establecimientos que aglutinan 900 puesteros. En general son ferias que abren dos o tres veces por semana, y reciben unas 2.000 personas. Hay tres saladitas cercanas a la estación que se están habilitando legalmente, donde los vendedores están comenzando a pagar monotributo.
- La ciudad de Salta, con 17 mercados que cuentan con 1.190 puesteros y abren de jueves a domingo o de viernes a lunes, en horario corrido. A eso hay que agregar también la cantidad de vecinos que están instalando en una plaza céntrica (rodeada de 2 hoteles 5 estrellas) vendiendo todo tipo de artículos.
Ciudades con mayor cantidad de saladitas (mayo 2017)
Fuente: CAME
Penetración de la ilegalidad
En promedio, en las ciudades con saladitas se registró en mayo 1 puesto de venta ilegal cada 291 habitantes, registrándose una leve mejora frente a agosto pasado, cuando la penetración del comercio clandestino era de 1 puesto cada 263 personas. Sin embargo, hay localidades del país donde la venta irregular es tan invasiva que se verifica un mantero cada 23 habitantes. Se trata especialmente de los centros con perfil más turístico o fronterizo a países de alto contrabando.
Según el indicador de penetración del comercio informal que elabora CAME, donde se mide la cantidad de habitantes por puesto de venta ilegal en cada lugar, en mayo 2017 la peor situación ocurrió en Mina Clavero. La localidad cordobesa registró, en promedio, 1 puesto irregular cada 23 personas. Al ser una urbe pequeña en cantidad de habitantes (tiene 7.500) pero que recibe gran flujo turístico en estas épocas, los comerciantes clandestinos encuentran una buena plaza de venta, y se instalan mayormente en alguna de las saladitas de la ciudad.
La segunda más afectada fue el departamento de Río Hondo, en Santiago del Estero, con 1 puesto ilícito cada 26 habitantes. La venta irregular subió mucho allí, y en el caso de los manteros muchos se mueven bajo la coordinación de jefes. Al ser muy turístico, estos mercaderes encontraron un buen punto para comerciar.
El indicador de penetración de la ilegalidad da una dimensión más cercana del impacto que causa en cada ciudad la venta informal.
Ciudades con mayor cantidad de puestos de venta ilegales
Puestos en saladitas + manteros en la vía pública – (incluye solo ciudades con saladitas)(mayo 2017)
Otras ciudades con alta penetración de la ilegalidad son:
- Pericoen Jujuy con 1 puesto cada 33 habitantes. Casi todos los vendedores ilícitos están localizados dentro de las 2 saladitas de esa urbe.
- San Salvador de Jujuy, con 1 tienda de comercio clandestino cada 36 personas.
- El Bolsón en la provincia de Río Negro, con 1 puesto por 38 habitantes. Las saladitas de esa ciudad abren de jueves a domingo.
- La Ciudad de Buenos Aires, en el ranking de penetración de mayo bajó al puesto 41° con 1 puesto de venta ilegal cada 290 habitantes, como consecuencia de la menor cantidad de manteros.
El reclamo por mayores controles
En el 74,4 % de las 455 ciudades encuestadas, los centros comerciales, federaciones o cámaras de comercio e industria consultados sostuvieron que los controles a la venta informal son ‘insuficientes’ o ‘muy insuficientes’. Frente a la medición de agosto, menos municipios consideraron que las inspecciones no alcanzan, ya que en muchas se comenzaron a instrumentar medidas para ordenar el comercio antirreglamentario.
La actual crisis económica produjo dos efectos: inicialmente un aumento muy importante en la venta ilegítima, y en el último año, con muchos negocios cerrando sus puertas (se estima que más de 6.000 en todo el país) y un consumo que continúa en baja.
Las autoridades municipales, provinciales y la AFIP de diversas ciudades comenzaron a incrementar los controles, eso derivó en el desplazamiento del comercio informal en algunos casos y en su regularización en otros. En mayo, el 74,4 % de las localidades relevadas señalaron que las supervisiones que se aplican en el municipio son “insuficientes o muy insuficientes”, reduciéndose en 5,0 % el número de ciudades que responden de esa forma. De todos modos, la percepción de que no hay inspecciones es todavía muy alta. Esto ocurre tanto en las urbes con saladitas como en aquellas que no tienen ese formato de comercio, pero donde la modalidad de comercio irregular como manteros, vendedores ambulantes, venta domiciliaria o por redes sociales, viene creciendo.
Solo el 25,6 % de las ciudades sondeadas sostienen que los controles que se aplican son “suficientes o satisfactorios”, generando condiciones de mercado más transparentes y saludables.
Los controles a la venta ilegal son ¿suficientes o insuficientes? (mayo 2017)
Fuente: CAME
Cigarrillos: un sector muy afectado
El fuerte aumento de impuestos a los cigarrillos (cumplió un año) hizo a la Argentina más atractiva para el comercio ilícito de esos productos. En el país, la carga fiscal alcanza al 80 % del precio mientras que en países como Paraguay, es de 14,5 %.
La venta irregular en cigarrillos preocupa sobre todo en las localidades de frontera. Según diferentes encuestas realizadas, el 90 % de los cigarrillos de contrabando que ingresan al territorio nacional provienen de Paraguay. La región del Noreste Argentino (NEA) fue la más afectada. La mayor incidencia se dio en Posadas (Misiones) donde el 53 % de los cigarrillos que se negocian allí son ilegales, seguida por Formosa con un 48 %. Detrás aparecen Corrientes con un 15 % y Resistencia, en Chaco, con un 14 %.
Según información oficial, en los primeros cinco meses del año más de 21 millones de cigarrillos ilegales fueron incautados, la gran mayoría en Misiones. Las marcas incautadas son oriundas de Paraguay: Rodeo, Classic y Eight, entre otras.
Características del relevamiento de mayo 2017
El estudio de CAME se realizó durante todo el mes de mayo en las 23 provincias argentinas con sus principales distritos comerciales y la Ciudad de Buenos Aires. Se cubrieron en total 465 ciudades, que concentran el 78 % de la población del país. De esas localidades encuestadas se detectaron saladitas en 110 puntos.
Es muy posible que sean sustancialmente más los lugares donde hay estas ferias que las 110 encontradas por CAME y lo mismo con las 465 urbes relevadas con manteros.
Lo mismo sucede con los centros que cuentan con ferias artesanales que combinan artículos hechos a manos con reventa de productos típicos de saladitas. En esos casos, solo se las incluyeron como saladitas cuando se pudo identificar que más del 50% del expendio responde a ese tipo de productos.
Hay muchas metrópolis del país donde, si bien no hay ferias ni manteros, abundan los vendedores ambulantes o a domicilio, etc. Esas ventas no fueron incluidas dentro de este informe.
En algunas localidades no hay saladitas tal como se las conoce, pero sí se está expandiendo un formato similar que son locales que agrupan dentro -en forma disimulada- vendedores de todo tipo. Esta es una forma encontrada sobre todo en distritos que impidieron la instalación de esos predios. En este caso, solo se consideraron aquellas ciudades donde esos locales tienen una dimensión grande y se pudieron identificar los vendedores dentro.