Así lo manifestó el presidente de CAME, Gerardo Díaz Beltrán, que respaldó el acuerdo y resaltó el trabajo que desde la entidad se viene realizando regionalmente con las pymes para fomentar una cultura exportadora y para que puedan ser competitivas primero con los países de la región.
“El Mercosur, con este nuevo impulso, debe focalizarse en las pequeñas y medianas empresas, que sin ninguna duda deben ser las protagonistas porque somos los principales productores de materia prima para alimentos del mundo”, destacó Díaz Beltrán y pidió que el sector tenga participación en las decisiones. “Tenemos que trabajar en las coincidencias de la región para poder enfrentar al mundo, porque por primera vez las pymes del Mercosur tenemos una oportunidad histórica”.
En cuanto a la objeción de algunos sectores por la falta de competitividad frente a la Política Agraria Común (PAC) de la Unión Europea (UE), que genera subsidios a toda la actividad productiva, desde CAME se espera primero el análisis de la “letra chica” y remarcó que la apertura será gradual para los sectores sensibles. “Habrá que trabajar durante el tiempo de implementación para ver de qué modo se atiende esta asimetría con disminución o quita de retenciones”, advirtió Díaz Beltrán.
Cabe destacar que el acuerdo permite una oportunidad de negocios importante dado que actualmente tenemos acuerdos de libre comercio sólo con el 10% del PBI mundial y ahora pasamos a sumar 20% más. Mientras que el 63% de las exportaciones argentinas a la UE son bienes agrícolas que se pueden potenciar con esta apertura y la posibilidad de tener más agregado de valor en el país.
Europa es un mercado muy atractivo con unos 500 millones de habitantes con un ingreso superior a los US$ 34.000 por habitante. Además, permitirá complementar tecnología europea con mano de obra especializada nacional para la fabricación de bienes de capital y, desde aquí, abastecer al mercado nacional y regional.
Desde CAME entendemos que todo acuerdo de este tipo genera temores de amenazas y también oportunidades. Nuestras mayores amenazas están dadas por el “costo argentino”, la estructura impositiva, la financiera, la logística, etc. que en la medida que se vaya normalizando acorde con el resto de los países desarrollados permitirán aprovechar las oportunidades que este tipo de acuerdo brindan y reducir las amenazas. Para ello, nación, provincias, municipios, sindicatos y empresarios tenemos que trabajar en pos de la reducción de nuestras cargas y barreras internas.
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 28 de junio de 2019