San Andrés es una pyme familiar, afincada en Tierra del Fuego, que se dedica a la elaboración y venta de chacinados y embutidos, teniendo como prioridad la materia prima local.
“Tenemos la firme convicción de valorar nuestro ecosistema y el medio ambiente, por lo cual elegimos la elaboración artesanal y cuidada de productos, sumándole valor agregado a la producción ovina de la provincia”, nos comenta su fundadora, la profesora de lengua y literatura, Lola Muller.
Una década atrás, la barrera sanitaria fueguina prohibía que entren cerdos a la isla y por lo tanto, impedía la elaboración de chacinados. La necesidad, más la visión de encontrar un nuevo nicho, impulsaron a Lola y a su marido en la creación de este original producto.
“Nunca se habían hecho salames en Tierra del Fuego, mucho menos de cordero… tenemos las recetas de nuestros abuelos y padres, yo soy entrerriana y Javier del litoral chaqueño. Venimos con eso en el tintero, y de ahí nos fuimos largando con el apoyo de los amigos y la familia”, declara Lola.
Tras jóvenes 8 años de trayectoria su emprendimiento es insignia en el mercado local, y ya obtuvo el sello de Calidad de Tierra del Fuego-Fin del Mundo Producto Gourmet, y el Sello de Calidad Orgánico.
Apalancados en la identidad y la excelencia de sus manufacturas, San Andrés elabora Salames de Cordero, salames criollos, fuet con nueces, jamón crudo de oveja, bondiolitas artesanales de cordero y de cerdo, chorizos parrilleros de cordero y gourmet de puro cerdo, además de otros productos Premium como Quesos ahumados, Róbalo de la costa fueguina curado y ahumado.
Las Cámaras de Comercio de Ushuaia y Rio Grande distinguieron a Lola como la empresaria del año y la postularon al premio Mujer Empresaria MECAME 2020.
Sin dudas una gran representante de las pymes productoras del país.
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