La belleza, la familia y la identidad.
Diana creció rodeada de metales preciosos, láminas, polvo y piedras. Materiales bellos y simples que luego se convertirían en joyas.
De su padre y de su abuelo heredó el valor de la constancia y del esfuerzo. De su bisabuelo el don de la orfebrería. Su familia le enseñó que nada es tan simple. Solo a través del trabajo duro, de pulidos y acabados, se construye la joya y se construye el éxito.
Con esta misma pasión abrazó las matemáticas. “Opté por esta carrera universitaria por el hecho que las fórmulas: perímetro, superficie, profundidad, etc. de figuras geométricas, también, las podría aplicar en la fabricación de joyas”, “la relación profesor – alumno es una parte inolvidable de mi vida”.
Con orgullo, Diana nos relata que las colecciones de “Rubi Rubi” se fabrican, íntegramente, en la Argentina y están inspiradas en la identidad y la belleza de nuestros paisajes.
“Los logros son fascinantes, para mí la vida es un eterno desafío, nunca he parado de avanzar”
La tradición, la continuidad del legado y el orgullo de su oficio han permitido que este equipo, que esta familia, logre una trayectoria indiscutida durante 105 de permanencia en el rubro.
Diana Miroznik, es postulante por la provincia de Santa Fe a Empresaria del año Mujeres CAME. Empresaria de las joyas y una joya de empresaria.