La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informa que, luego de consagrarse como uno de los puntos más salientes del proyecto durante los debates sobre la Ley de Emprendedores, la Sociedad de Acciones Simplificada (SAS) –un nuevo tipo societario que permite crear una empresa en 24 horas– estará disponible a partir de este mes.
Con el objetivo de que se incremente la formalización del universo de emprendedores y Pymes simplificando el plazo y los costos de los procedimientos, se espera que este modelo societario replique los resultados que obtuvo en Chile, donde logró regularizar al 45 por ciento de 750 mil empresas informales y donde actualmente el 67% de las nuevas empresas que se crean, se hacen bajo la forma de SAS.
Es importante destacar que hasta hoy para abrir una empresa en Argentina se necesitaban entre 45 y 60 días y los costos eran muy elevados. En este sentido, la SAS hace especial hincapié en las necesidades de los emprendedores y las Pymes, ejes fundamentales de una economía desarrollada, por lo que viene a facilitar un esquema sencillo, flexible y digital, que otorga ventajas frente a los otros tipos societarios existentes.
En primer lugar, la inscripción de la SAS será en 24 horas, plazo en el cual obtendrá una cuenta bancaria y CUIT, es decir, en un día el emprendedor podrá obtener una sociedad lista para operar comercialmente. De esta forma, se centralizan en un solo paso los 14 pasos previos que se debían hacer, los cuales podían llegar a tardar hasta 18 meses.
Otra de las ventajas de la SAS frente a los otros tipos societarios es que su constitución se podrá hacer por internet y tendrá la opción de llevar sus libros societarios y contables de forma online, ofreciendo una gestión más cómoda y moderna.
El capital social exigido para la creación de una SAS es como mínimo dos veces el básico, actualmente de $16.020, mucho menor al requerido por las S.A., el cual solicitaba un monto mínimo de 100 mil pesos. Éste será dividido en acciones, facilitando la trasferencia de las mismas. Éstas, a su vez, contarán con la posibilidad de imponerle valores diferentes, lo cual ayuda a receptar una problemática de los emprendedores que muchas veces necesitan de diferentes tipos de socios e inversores, dando con esto una herramienta para que puedan diseñar y facilitar la captación de fondos para su emprendimiento.
Otro beneficio que otorga la SAS frente a las S.R.L. o las S.A. es una libertad contractual para que sus socios puedan elaborar la forma interna de la sociedad según sus necesidades, desburocratizando y simplificando el funcionamiento interno de la sociedad.
Sin lugar a dudas, una de las mayores innovaciones de este tipo societario, es que podrá tener varios socios, o ser unipersonal, superando las dificultades de la Sociedad Anónima Unipersonal (S.A.U.), creada en el 2015, de la cual se han constituido solo 22 en Buenos Aires, dado que se le han impuesto requisitos imposibles de cumplir para una pequeña empresa, tales como sindicatura obligatoria, o hasta hace unos meses un directorio de tres o más personas. Es decir que para crear una sociedad unipersonal, paradójicamente se necesitaban varias personas. Esta situación se vería superada por la nueva SAS y, de esta forma, le dará al empresario individual no solo la posibilidad de limitar su responsabilidad sino que, por sobre todo, la posibilidad de organizar su patrimonio-empresa, de una forma más eficiente.
En este sentido la SAS ofrece una herramienta jurídica y societaria acorde con las necesidades de los emprendedores, buscando que estos puedan estar integrados en una economía formal desde el comienzo de sus actividades, y puedan centrar todos sus esfuerzos en la producción de bienes y servicios, sin que deban encontrar una traba burocrática a sus proyectos.
Buenos Aires, 6 de junio de 2017