La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) repudia los constantes hechos vandálicos que están ocurriendo en zonas rurales, desde roturas de silo bolsas hasta quema de cultivos y cuatrerismo, ataques a la propiedad privada que no sólo representan pérdidas económicas para el productor directamente damnificado, sino además impactan negativamente en la recaudación tributaria nacional, provincial y municipal.
Atentar contra la producción agropecuaria es, entre otras cosas, violentar el progreso de cada uno de nuestros pueblos del interior. Un cese o disminución en el nivel de comercialización implica no sólo un desabastecimiento del producto, sino además que el productor deje de volcar sus ganancias en el pueblo donde desarrolla su actividad y que los distintos niveles de gobierno se vean imposibilitados de recaudar una serie de impuestos, disminuyéndose los montos que podrían haberse destinado a obra pública, lucha contra el hambre y el Covid-19, entre otros.
CAME se solidariza con los productores afectados y solicita a las autoridades correspondientes las garantías necesarias para combatir este tipo de delitos que, además de estar causando estragos en las zonas rurales, perjudican al sector encargado de garantizar la mesa diaria de todos los argentinos.