En virtud de que las dificultades que enfrentan las Pymes para pagar sus obligaciones tributarias exigen medidas urgentes que reduzcan las situaciones distorsivas que se presentan en los pagos, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) envió una misiva al titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Leandro Cuccioli, con una propuesta respecto del anticipo de ganancias de las Pymes.
La misma consiste en reducir del 25% al 5% el primer anticipo de ganancias, estableciendo un sistema como el siguiente:
- Un anticipo inicial de 5%: bajar el anticipo inicial de 25% a 5% tiene sentido contemplando que se paga justo al mes siguiente de abonar el impuesto que corresponde a la declaración jurada anual, lo que hace muy difícil al empresario conseguir los fondos. Prueba de ello es que muchas empresas deben solicitar planes de pagos para ingresar el impuesto anual, pero la AFIP no da planes para el anticipo.
- Diez cuotas sucesivas de 9,5% cada una.
No se trata de reducir impuestos, sino de que la empresa pague el tributo más sobre la fecha que le corresponde. Este año además habrá un agravante: como los anticipos se calculan sobre los resultados del año anterior, muchas Pymes están viendo que, frente a la falta de rentabilidad que impone un mercado retraído, las probabilidades de que terminen pagando más de lo correspondiente y les quede saldo fiscal a favor de la AFIP son altas, aun habiéndose reducido del 35% al 30% la alícuota del impuesto a las ganancias para este año.
Cabe destacar que la reducción de anticipos no tiene costo fiscal. Solo se trata de que la empresa abone más cerca de la fecha que le corresponde, sin tanta anticipación. Y en todo caso, evitará una caída en la recaudación provocada porque las dificultades para pagar obligarán a la Pyme a saltar a la informalidad, o bien a cerrar.
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