Entrevistamos a Fabián Tarrío, vicepresidente del Sector de Comercio y Servicio de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y presidente de la Federación de Centros Comerciales Abiertos.
Son tiempos de incertidumbre, donde la posibilidad latente de una segunda ola de contagios y las nuevas restricciones delinean el ritmo del mercado. En este contexto, el sector de comercio es indudablemente uno de los más afectados.
A la incertidumbre, se suma la presión impositiva, el recorte de subsidios y el aumento de la venta informal que incide en la merma de ventas en los centros comerciales abiertos.
Desde el sector de Mujeres Empresarios CAME, somos conscientes de ello, pero vivenciamos también que el valor con que se enfrenta a diario cada una de las integrantes de esta amplia Red de Empresarias, es justamente nuestra gran fortaleza.
Tenemos una gran batalla por delante. Donde el foco estará puesto en recuperar el tejido productivo y preservar las fuentes de empleo.
Para ello, hemos entrevistado a Fabián Tarrío, vicepresidente del Sector de Comercio y Servicios de CAME, y presidente de la Federación de Centros Comerciales Abiertos. Desde su Sector, no solo se generan estudios relevantes que permiten trazar un mapa de situación y delinear estrategias de acción empresarial, sino que tienen un rol fundamental en instar y articular con las políticas de Estado.
Fabián Tarrío es un conocedor como pocos de la realidad cotidiana de los comerciantes y líder empresarial de amplia trayectoria. A él fuimos con el fin de conocer su perspectiva y las claves sobre las medidas que afectan al sector:
– ¿Cuáles son los desafíos presentes ante una realidad de tanta incertidumbre para el comercio minorista?
– “Los desafíos son atravesados natural y fundamentalmente por el tema de la pandemia”, señala Tarrío. “El desafío hoy es afrontar las caídas de venta que a nosotros nos dio un 14,5 por ciento por encima del 2020, pero producto de que entonces el comercio estaba cerrado desde hacía 10 días y la gente venía con mucha previsión de gastar. Pero si comparamos marzo 21 con marzo del 2019, hemos bajado las ventas un 24,9 por ciento”.
“Esta caída tan notable se da en un sector que dinamiza la economía interna, dinamiza la economía virtuosa de los pueblos de nuestro país y que es el mayor empleador de mano de obra”. Como ejemplo de ello, señala una cifra contundente, “el Gremio del Comercio tiene afiliado 1.250.000 personas, de los cuales 1.000.000 pertenecen a los comercios de calles y avenidas que CAME representa. Los 250 mil restantes son empleados de las grandes cadenas y de los grandes hipermercados”.
“El objetivo hacia adelante es mantener abiertos los negocios, las unidades productivas, mantener los puestos de trabajo que son muchos de ellos, al ser pymes, trabajadores de toda la vida, trabajadores que nos acompañaron siempre”.
– ¿Cuáles son las herramientas con las cuáles se cuenta para poder sortear los obstáculos de la situación actual?
“Hay que ser muy hábil en la compra, muy seductor en la venta e indudablemente, adaptarse a las nuevas maneras de comercialización y tecnologías que se implementan a través del e commerce. Atraer de esa manera al cliente al negocio, porque para nosotros -enfatiza- es muy importante que se combinen ambos aspectos de venta, el presencial de siempre y el electrónico que no solo facilita la compra, sino que induce a ella”.
De manera enfática, indica que “estos son los desafíos que afrontamos, la economía en general y en particular la presión tributaria que es muy fuerte entre lo que es municipios, las provincias y el Estado Nacional. En esto, nosotros procuramos que siempre se tenga en cuenta que, en impuestos tan distorsivos como ingresos brutos, sean moderados o anulados. Pero la realidad, es que está pasando todo lo contrario”.
“También creemos que en los comercios tan afectados como gastronomía, turismo y el comercio en general, deben seguir recibiendo importante ayuda del Estado Nacional para poder subsistir y moratorias amplias en las provincias y del estado nacional”.
Plan Ahora 12 y otras medidas.
En cuanto a las herramientas, que desde el Estado se vienen articulado para poder sortear esta situación y revitalizar el mercado, el Plan Ahora 12, se reconoce como un programa que contribuye a fomentar el consumo y promover la compraventa de bienes de producción nacional.
En este sentido, CAME había solicitado la renovación del programa Plan Ahora 12, manteniendo las mismas condiciones (es decir, instando a que se mantuvieran las tasas y las mismas facilidades de cuotas que incluya todos los rubros).
Si bien, señala Tarrío “está claro que las medidas actuales son insuficientes, considerando el bajo nivel de ventas. Si debemos valorar que se renovó por 90 días el Plan Ahora 12 (hasta el 31 de julio del 2021). Si bien se quitaron los 90 días de gracia que teníamos y ahora ya no existe, y que también se aumentó el interés cobrado al comerciante a un 25 % (antes era del 20%)”. Así mismo, aclara que “los bancos pedían que esa tasa fuera del 37%”.
Detalla, además, que “también se sacaron los rubros de indumentaria y calzado, como ejemplo, de la posibilidad de pagar en 12 y 18 cuotas, siendo ahora solo de 3 y 6 cuotas. Esto, implica una merma en la posibilidad de seducir un poco más al cliente”.
Recorriendo entonces otras de las medidas que marcan el ritmo de la economía, afirma: “nosotros creemos, que, para los más afectados, no es suficiente el REPRO que es solo menos de la mitad de un sueldo mínimo por empleado”.
“Creemos que debemos reconsiderar, además, que el personal mayor de 60 años que se estableció por DNU que no están obligados a trabajar y que por lo tanto se les debe pagar el sueldo completo sin asistir a su lugar de trabajo, representa para las pymes un inconveniente muy grande económicamente hablando. Proponemos, que estos sueldos que debemos de pagar se hagan cargo las ART, o eventualmente que a través de las ATP se incluyan a estas personas que están exceptuada de trabajar. Como sabemos las ATP se han desactivados, no existen más, y el REPRO sustituye en algunos casos, y naturalmente en mucho menor cantidad a las ATP”
Asimismo, pone especial atención, a que “la presión tributaria es muy fuerte e insistimos en el Consenso Fiscal que habilita a cobrar más Ingresos Brutos a las provincias y no ponerles un tope. Creo que esto es un retraso importante, en cuanto encarece mucho la mercadería. Son impuestos regresivos que se encadenan, provocando el aumenta del precio final de los productos. Perjudicando tanto al consumidor como al comerciante”.
En líneas generales, concluye: “estamos proponiendo que las moratorias sean extensivas a todas las provincias (como está proponiendo la Provincia de Buenos Aires) y que naturalmente, necesitamos que en las deudas contraídas en estos últimos tiempos se implemente un plan de pago amplio y favorable”.