En nuestros hogares se suele consumir a diario una cantidad excesiva de azúcar a pesar de los peligros que éste puede traer para la salud. Para advertir los peligros para nuestra salud e ir incorporando hábitos saludables, consultamos a la Dra. Guadalupe Naveyra, especialista en nutrición y obesidad y miembro de Bionut Obesidad.
Llamamos azúcares a los hidratos de carbono, que están formados por monosacáridos y disacáridos que poseen propiedades poco saludables. Los podemos encontrar bajo la denominación de azúcares libres, que son agregados a los alimentos industrializados y también los encontramos naturalmente en producto como la miel, los jarabes y los jugos de fruta. La principal función de los azúcares es brindar energía al organismo y otorgar sabor dulce a los alimentos que lo contienen.
La prevalencia de sobrepeso y obesidad ha aumentado considerablemente en el mundo en las tres últimas décadas, y aunque los factores genéticos parecen jugar un papel destacado en el desarrollo de la obesidad, tanto la reducción de la actividad física como el aumento del consumo de alimentos hipercalóricos, ricos en azúcares, son factores que se han relacionado directamente con el desarrollo de sobrepeso y obesidad. Actualmente, el papel de la ingesta de azúcar en el desarrollo de obesidad está suscitando bastante interés en la comunidad científica mundial.
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud es limitar el consumo de azúcares simples a menos de 10% del consumo calórico del día. Esta proporción equivale a menos de un vaso de 250 ml de bebida azucarada al día. Uno de los problemas, está dado en la dificultad al leer las etiquetas y la posibilidad de comprenderlas, debido a que una gran cantidad de alimentos procesados contienen azúcar en su composición. Mediante el proyecto de etiquetado frontal podremos observar la leyenda “Exceso en azúcares", que servirá de gran recurso para advertir su presencia en los distintos alimentos.
Dentro de las recomendaciones de la Guía Práctica de Alimentación de la Argentina, encontramos limitar el consumo de bebidas azucaradas y de alimentos con elevado contenido de grasas, azúcares y sal, donde se especifica limitar el consumo de golosinas, amasados de pastelería, azúcares agregados a infusiones, elegir porciones pequeñas e individuales. El consumo en exceso de estos alimentos predispone a la aparición de enfermedades crónicas como: obesidad, hipertensión, diabetes y enfermedades cardiovasculares, entre otras. Para disminuir el riesgo se recomienda el consumo diario de frutas y verduras de estación, que son más accesibles y de mejor calidad, aportándonos vitaminas, minerales y fibras.
Particularmente en los niños y adolescentes hay investigaciones científicas que demostraron que realizar intervenciones para disminuir el consumo de bebidas dulces y golosinas en la escuela o en el contexto clínico disminuía el aumento de peso tanto en niños con peso normal como si ya tenían exceso de peso.
El aumento de la obesidad en Argentina y en la región es preocupante, por lo que resulta imperioso el diseño de nuevas y novedosas políticas públicas para proteger a la población, así como la puesta en marcha del etiquetado frontal, y el aumento del precio de las bebidas azucaradas, para desalentar su consumo.
Como conclusión, podemos indicar que el consumo excesivo de azúcar es uno de los determinantes de la epidemia de obesidad que afecta al mundo, la cual trae como consecuencia diabetes e hipertensión arterial. Es necesario realizar cambios que generen un impacto sostenido para reducir las consecuencias negativas, que tiene este hábito, en la salud.
Dra. Guadalupe Naveyra
Especialista en nutrición y obesidad y miembro de Bionut Obesidad
M.N. 130112
@bionut_obesida