En el año 2012, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) fue la primera y única organización del país en proponer la idea de convertir los feriados puente en días no laborables, buscando no afectar al sector comercial e industrial y al mismo tiempo impulsando la actividad turística.
De esta forma, cada empresa puede decidir de qué manera operar con sus empleados sin estar obligados a pagar un plus salarial en caso que decidan abrir sus puertas, permitiendo el ahorro de costos de las Pymes argentinas.
Entendiendo que se trata de un sector que contribuye a la generación de empleo en todo el país, con el consecuente efecto multiplicador que se genera en toda su cadena de valor, la intervención de CAME fue fundamental para salvaguardar la economía de las pequeñas y medianas empresas.