Dirigentes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) se reunieron con una comitiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) tras haber sido convocados para plantear las principales problemáticas que aquejan en la actualidad a las pequeñas y medianas empresas y solicitar la inclusión protagónica del sector en la agenda de negociación que tiene el organismo con el Gobierno nacional.
La delegación del Fondo estuvo encabezada por Trevor Alleyne, economista a cargo de la oficina del FMI en Argentina, y se completó con la participación de Maral Shamloo, Ricardo Llaudes y Dmitry Plotnikov.
Por parte de CAME, estuvo presente el presidente, Gerardo Díaz Beltrán; el secretario de Prensa, Pedro Cascales; el coordinador de la Comisión de Asuntos Tributarios y consejero, Salvador Femenía, y la economista asesora de la entidad, Victoria Giarrizzo.
El encuentro fue un espacio propicio para poner en conocimiento a los representantes del FMI sobre la situación actual de las pequeñas y medianas empresas argentinas, haciendo foco en la problemática impositiva, laboral y financiera que impide su desarrollo sostenido.
A su vez, y como eje principal de la reunión, el presidente de CAME solicitó enfáticamente que las pymes tengan participación en las negociaciones que llevará a cabo el Fondo con el Gobierno Nacional: “En todo acuerdo o negociación del FMI con la Argentina el sector pyme debe ser protagonista. Es imperiosa la necesidad de poner en agenda, con acciones concretas, el esquema impositivo, la modernización de las leyes laborales y la necesidad de que el sistema financiero fortalezca el sector pyme”, dijo.
“Tenemos un problema cultural serio en Argentina sobre el cual debemos seguir trabajando para tener una economía formal y competitiva. Todos estos planteos son históricos y la pandemia los ha visibilizado mucho más. Estamos en un momento bisagra de la economía nacional y las pymes necesitan un plan de acción que debe llevar sin dudas aparejado la disminución de impuestos, con el consecuente aumento de la producción para compensar el costo fiscal”, agregó Díaz Beltrán.
Por su parte, y en respuesta hacia el pedido de CAME, Trevor subrayó: “Las pymes son el motor de crecimiento y de generación de empleo por lo cual es importante que todo Gobierno tenga estas problemáticas como objetivos principales a tratar”.
En cuanto a la problemática de la presión impositiva en las pymes, Cascales hizo foco en cómo esto repercute en el comercio ilegal: “La contracara de la alta presión impositiva es la informalidad. El 40 de la economía es informal. Bajando la presión podría crecer la formalidad y ampliarse la base de recaudación”.
Siguiendo esta misma línea, Femenía resaltó: “En los últimos años se vienen consolidando subas de impuestos progresivas. Hoy los impuestos municipales tienen un peso casi tan importante como los provinciales. Hay impuestos municipales incluso sobre las ventas, y los impuestos no bajan aun cuando la rentabilidad y los ingresos disminuyen considerablemente. Creemos que el camino para combatir la informalidad es comenzar con un fuerte trabajo de los Municipios que son el primer contacto con el contribuyente”.
Otro de los asuntos que inquieta a las pequeñas y medianas empresas es el financiamiento. En este sentido, Victoria Giarrizzo hizo referencia al tema sosteniendo: “Hoy no hay acceso al crédito, o es caro teniendo en cuenta que muchas pymes están trabajando a rentabilidad de subsistencia. La pyme invierte en capacitación del trabajador y no despide, amortigua los ciclos recesivos, por lo cual es clave para sostener el empleo. Las empresas están endeudadas con deudas bancarias y no bancarias, y la mayor parte de esa deuda es por gasto corriente, no para inversión, por lo cual les será muy difícil afrontarla. Las pymes que invirtieron y no se dedicaron a la especulación financiera son las que perdieron cuando llegó la crisis”.
En referencia a la problemática laboral, Cascales indicó que “se debe premiar al que da trabajo, bajar los niveles de incertidumbre que paralizan la generación de empleo. Y se debe atacar la industria del juicio que atenta fuertemente contra la creación de trabajo”. A su vez, planteó otro tema que preocupa al ecosistema pyme: “Hay que poner atención también a la Ley de quiebras y concursos ya que el Senado generó un cambio dejando fuera a las pymes que venían complicadas desde antes de la pandemia” e hizo hincapié en que “el Estado debe seguir ayudando a las pymes hasta tanto la economía comience a recuperarse”.
Tras lo expuesto, el presidente de CAME concluyó: “Las pymes sostienen la economía y la generación de empleo a lo largo y ancho del país, representan el 70% del empleo privado y el 40% del PBI. Es clave la sinergia y la articulación con el Estado, reconociendo la importancia de las pymes y haciéndolas protagonistas de la etapa que se viene en Argentina. Necesitamos las pymes abiertas y vivas. Es sumamente importante el debate que puede abrir el FMI con el Gobierno Nacional en este sentido”.
Para finalizar, tanto los representantes de CAME como los del FMI coincidieron en la necesidad de seguir en contacto para trabajar sobre todas las problemáticas planteadas, comprometiéndose a hacer los aportes necesarios para impulsar el desarrollo del entramado pyme nacional.