Con el apoyo de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la piloto Alicia Reina encaró su cuarta experiencia en el Rally Dakar, la prueba más dura del mundo para los amantes de los motores y la adrenalina, logrando completar, por tercera vez, el retador recorrido. La “Negra” -como se la conoce- alcanzó un nuevo desafío y continúa ganándose un lugar en el automovilismo. La edición 2014 la proyectó como la primera piloto argentina en correr y convirtió un sueño inalcanzable en una realidad, sin embargo, la edición 2015 la dejó con el sabor amargo de un temprano abandono en la tercera etapa. Tras el logro de un segundo Dakar en 2016, la audaz piloto enfrentó este raid con grandes expectativas y consiguió la merecida conquista. Alicia Reina durante la largada del Rally Dakar 2017 Tras su tercer Dakar finalizado y el mejor rendimiento de cuatro ediciones, la rionegrina contó sobre su experiencia: “para nosotros es una felicidad total. Fue muy duro, tuvimos algunas complicaciones que nos demoraron, pero gracias a Dios pudimos terminar. Estamos muy contentos”, expresó la deportista de Catriel camino a casa. A lo largo de la prueba superó ocho mil kilómetros de recorridos, pasando por Paraguay, Bolivia y Argentina, junto a su copiloto Dante Pelayo, a bordo de una Toyota Hilux SW4 nueva que preparó el equipo RC Competición. “La camioneta llegó enterita, se portó espectacularmente bien”, destacó la piloto, y agregó: “No habíamos tenido mucho tiempo de probarla, porque se terminó en diciembre. Lo único que la afectó fue la altura en Bolivia, pero son cosas que se pueden trabajar y mejorar”, expresó la corredora de 43 años, dando a entender que ya piensa en repetir el desafío. La novena y décima etapa de esta edición fueron intensas para Reina y Pelayo. En la primera falló un cardán y fueron avanzando de a poco, a medida que el navegante iba arreglando el desperfecto. Lo superaron y llegaron a las 7 de la mañana siguiente, por lo cual el trayecto les llevó casi un día y a las pocas horas salieron a dar pelea a los 759 kilómetros (con especial de 288) del tramo San Juan-Río Cuarto, el anteúltimo. CAME entre los auspiciantes de la piloto argentina “Una vez que largás la etapa el sueño se te va, porque vas concentrada en el camino, no te afecta. El tema es cuando hacés los enlaces, cuando tenés que hacer los 200 o 300 kilómetros con el cansancio encima, además no podés superar los 110 kilómetros por hora. Ahí es donde cuesta más. Así que a cada rato parábamos y me mojaba la cabeza, la cara y seguíamos”, relató Reina, quien además toleró las altas temperaturas en algunos tramos, como en Paraguay, donde la térmica rozó los 50 grados, convirtiéndose en una dificultad más a superar. Desde CAME felicitamos a esta valiente mujer por su esfuerzo y perseverancia, que la convierten en un ejemplo de motivación y superación por afrontar con coraje los obstáculos hasta alzarse con el gran premio al sacrificio. Buenos Aires, 20 de enero de 2017 |