Cambiar la forma de hacer negocios y emprender con impacto social es posible. Inspirados por el interés de contribuir al medioambiente y con un claro propósito de inclusión social, la empresa Silobag desarrolla mochilas y otros productos de diseño sustentables hechos a partir del plástico de las silo bolsas en desuso.
La marca Silobag® nació fines del 2018 y es parte del Ecosistema LEAF Social, que ya viene experimentando hace más de 4 años dentro de la industria de la moda y del packaging con diversos materiales reciclados como caucho de neumático, banners publicitarios en desuso, velas náuticas, bolsas de malta, variados textiles y muchos más.
Creada por dos ingenieros, se sumaría más tarde al equipo la diseñadora gráfica, Cinthia Fheling que venía de vivir algún tiempo en Alemania y, donde cuenta, se había hecho carne en ella la conciencia ecológica que ya había mamado desde muy chiquita en su familia. Tentada por el desafío que le proponían de gestar una empresa con impacto social, no tardó en darse cuenta de que ese era su camino.
La convicción y el compromiso de Cinthia, de que solo involucrando a las empresas es posible el desarrollo sustentable, le valió recientemente ser distinguida con el premio que entregan las Mujeres de la Federación Económica de la Ciudad de Buenos Aires (FECOBA).
“En Silobag® nos enfocamos en el reciclado de las silobolsas para crear eco bolsas, eco mochilas, eco carteras y muchos eco productos más que resuelven necesidades de packaging y merchandasing de grandes empresas, a la vez que comunican valores vinculados al cuidado del medio ambiente. Es un material impermeable, de mayor calidad y resistencia que otros similares, pero además es personalizable y permite producciones a gran escala e impacto”, relata Cinthia.
“Quizás desde la ciudad sea difícil de imaginar y no se comprenda la gran cantidad de silobolsas que se utilizan en el campo”, detalla Cinthia. “En Argentina son más de 100 mil toneladas las que se desechan por año, realizadas de un producto plástico que, con un corto período de uso, tarda más de 1000 años en desintegrarse”.
La comparación es gráfica y contundente. Si estuvieran alineadas lassilo bolsas desechadas anualmente, formarían una fila de 12.000 kilómetros, el equivalente a la distancia que existe entre Buenos Aires y Berlín.
Todo este plástico causa un terrible impacto sobre la tierra, el agua y el aire que respiramos. Por eso es tan importante dar una segunda vida creativa a este material, es parte de la solución y un “empuje motivador” que inspira valores vinculados al cuidado del medioambiente en una industria altamente contaminante como es la moda.
La industria de la moda es la sexta industria más grande del mundo y la segunda industria más contaminante del planeta, después de la del petróleo. Enfocarse entonces en este sector pretende concientizar y “contagiar” a realizar acciones que multipliquen el impacto positivo de muchos más actores sociales.
Por otro lado, señala Cinthia, “las silobolsas utilizadas no dejan de ser un material excelente para la confección, ya que son extremadamente resistentes y en un color blanco uniforme en el exterior, lo que permite jugar con el diseño, incorporar logos de las diferentes marcas o leyendas publicitarias personalizadas”.
Sus productos, más allá de los canales de venta minoristas tradicionales, son consumidos en su mayoría por las mismas empresas que suministran los descartes para packaging o gift corporativos.
Inclusión Social y generación de empleo.
Al cuidado del medioambiente, se le suma el compromiso social y es por eso que el propósito fue siempre crear oportunidades laborales que incentiven la independencia económica, principalmente de personas con escaso acceso a un empleo formal.
Fue así que fueron surgiendo alianzas muy interesantes con talleres sociales de personas con capacidades diferentes, fundaciones y cooperativas del interior del país.
“En la producción de nuestros eco productos trabajamos en equipo con Fundación IDEL, cuyos jóvenes con discapacidad intelectual están a cargo de cortar los moldes de las mochilas. Durante la pandemia incrementamos la logística para poder alcanzarles todos los materiales a sus casas y luego, continuar la confección de las eco mochilas y otros productos en el partido de Pilar, Provincia de Buenos Aires, de la mano de Justicia Restaurativa en equipo con Innovar Sustentabilidad. Con ambas organizaciones se trabajan en proyectos que generan nuevas oportunidades laborales y de inclusión social a personas que fueron liberadas luego de haber cumplido sus condenas, incentivando un cambio sustancial en su calidad de vida”, cuenta Cinthia.