La pandemia por Covid-19 puede ser una situación de aprendizaje para todas las personas. Nos ha enfrentado a situaciones antes impensadas y nos afecta en todos los aspectos de nuestra vida.
En este proceso de cambios tan abruptos donde lo emocional es puesto a prueba, quienes padecen trastornos alimentarios han tenido mayor dificultad para adaptarse.
Para indagar sobre las “alertas” a tener en cuenta y reflexionar sobre las emociones que entran en juego, conversamos con la Lic. Mara Fernández, psicóloga especialista en TCA.
– ¿Qué relación encuentra entre el incremento de los trastornos por alimentación y el contexto de pandemia que estamos transitando?
– “El estar todo el día encerrado en el hogar, rodeados de comida puede resultar amenazante tanto para los que sufren trastorno por atracón, como para el que tiene bulimia. No sólo por el acopio de alimentos por miedo a que en cuarentena haya desabastecimiento, sino también por la oferta de deliverys de comida a domicilio. Las personas pueden llegar a perder el “control” sobre la cantidad que ingiere y puede generar una recaída.
Desde el comienzo de la cuarentena y durante la pandemia, lo único que se veía en las distintas aplicaciones era como hacer para no engordar o qué hacer para bajar de peso. Miles de memes con el antes y después de la cuarentena invadieron distintos medios de comunicación. Para aquellas personas vulnerables o aquellas que ya padecen un desorden alimentario, puede ser un detonante y agravar el cuadro. Es así que muchas personas han decidido cerrar las redes sociales y/o limitar el consumo de las mismas porque les generaba obsesión, y pensamientos intrusivos sobre el cuerpo”.
-Se suele creer que el TCA afecta solo a adolescentes, sin embargo, son muchas las mujeres adultas con este problema. ¿Cómo incide en ellas?
-“Los estereotipos de belleza, a los cuales se los asocia con el éxito y la felicidad, fomentan que tanto mujeres como hombres estén en un conflicto constante con su cuerpo, lo que los lleva a incurrir en distintas metodologías para encajar socialmente.
La lucha por la igualdad de género en las mujeres, por conseguir los mismos derechos que los hombres, de alguna manera ha influido en la imagen que quieren reflejar en la sociedad: una mujer fuerte, siempre joven, bella y empoderada. Si bien las estadísticas muestran un alto nivel de incidencia de TCAs en adolescentes, en los últimos años se ha podido observar un incremento en la curva en mujeres de entre 40/50 años”.
– ¿Cuáles son los primeros indicios o alarmas de que algo está mal?
-“Hay algunas señales de alarma que pueden dar cuenta de que un TCA se está desarrollando: preocupación obsesiva por la imagen corporal, distorsión de la propia imagen, dietas restrictivas, pensamientos intrusivos relacionados con los alimentos, conductas de aislamiento, encierro y poca comunicación, dificultad para expresar emociones o para poner en palabras, baja tolerancia a la frustración, entre otros. Al mismo tiempo, las personas que padecen algún desorden alimentario suelen ser muy perfeccionistas, rígidas, autoexigentes, controladoras, que no pueden permitirse fracasar ni perder”.
– ¿Cómo debe actuar el entorno familiar o una misma al experimentar estos primeros síntomas?
-“Una forma de prevención es el de tomar conciencia sobre lo que se ve, a qué cuentas de redes se siguen, estar atentos a los sentimientos que nos pueden generar el consumo de algunas páginas. Hacer “limpieza” de aquello que puede resultar toxico y nocivo para la salud mental y física. Tratar de aceptar nuestras propias limitaciones, nuestro cuerpo. Entender que cada uno es como es, y que no podemos ser idénticos a los demás.
El tratamiento tiene que ser interdisciplinario especializado, contar con médicos clínicos, psicólogos, nutricionistas, psiquiatras que acompañen al paciente a salir de esta problemática. Hoy en día esto se ve obstaculizado por el aislamiento y por la poca disponibilidad de los centros de salud, pero muchos dispositivos optaron por realizar el tratamiento de forma virtual, lo que permite que los pacientes puedan continuar sus tratamientos y no verse forzados a interrumpirlos. Esto ayuda a que no estén solos y puedan tener la contención del equipo tratante”.
Mara Fernández es Psicóloga egresada de la Universidad del Salvador. Cuenta además con el Diplomado en Trastornos de alimentación en La Escuela Sistémica Argentina, temática en la cual se especializa. También, cuenta con una especialización en Trastornos de la Imagen Corporal realizada en la Universidad de Belgrano. Forma parte del equipo de la Lic. Agustina Murcho de @nutricion.ag.
Lic. Mara Fernández
Psicóloga especialista en TCA
M.N. 36031
@hablar_sana